No obstante, para ellos, al igual que quienes prefieren desplazarse usando sus bicicletas, la temporada de lluvias suele ser un factor que juega en su contra, pues no sólo deben proteger sus objetos personales y ropa, sino que también enfrentan un mayor riesgo de circular entre los autos ya que la velocidad de los conductores se reduce considerablemente. Además, los ciclistas deben lidiar con baches y objetos que pueden estar ocultos bajo el agua, y ocasionar ponchaduras, daños y retrasos en sus traslados.
Para afrontar estas condiciones, lo recomendable es llevar consigo un kit de supervivencia que incluye un impermeable de color de seguridad, como el amarillo o anaranjado, con franjas reflejantes, herramientas básicas, parches para llanta, una pequeña bomba de aire para inflar llantas y una lata de Deep Creep de Sea Foam.
Y es que cuando la bicicleta se expone al agua, el lodo y otras inclemencias, el lubricante contenido en sus partes móviles se degrada, elevando así su exposición a la corrosión. Por ello, al llegar a casa, luego de estar bajo la lluvia o pasar por charcos, procura primero secar bien tu bicicleta y luego rociar Deep Creep sobre la cadena, y las partes móviles de las ruedas, los pedales y el manubrio; de este modo, además de evitar la corrosión y falta de lubricación, se formará una película que repelerá la humedad, evitando la oxidación y la fricción.
Deel Creep también te ayuda a aflojar y quitar tuercas atoradas por oxidación o suciedad, facilitando quitar una rueda para repararla, por ejemplo.
Por si fuera poco, tener Deep Creep a la mano en el hogar es muy conveniente para lubricar bisagras, correderas, engranajes, rodillos y cadenas, así como mantener protegidos y funcionando de manera óptima mecanismos como chapas, cerraduras, candados e instrumentos de precisión.