La lluvia es imprescindible para el ciclo de la vida en el planeta, pero, durante la temporada de lluvias en el verano y parte del otoño, la cantidad de agua que puede caer por los huracanes y depresiones tropicales puede provocar daños a los caminos y hasta a los automóviles.
Además, cuando manejamos un vehículo bajo la lluvia torrencial de un huracán, que también genera fuertes vientos, debemos tomar precauciones para que nuestro viaje sea seguro y que tanto los ocupantes como el vehículo lleguen a su destino sin mayores problemas.
Paul Quist, director de Ventas de Sea Foam International, ofrece algunos consejos de los puntos que se deben revisar en el automóvil, así como la mejor manera de manejar en lluvia para viajar más seguros.
Antes de que llueva
Es importante, desde antes de que comience la temporada de lluvias, y también periódicamente durante esta, hacer una revisión a los diversos sistemas del vehículo que requerimos en buen estado en caso de lluvia:
1.- Limpiadores: hay que cerciorarse de que estén en buen estado, que el hule no esté roto de ningún lugar y que en su barrido realmente hagan una limpieza completa del agua sin dejar rastros o zonas no despejadas, ya que con esto nos aseguraremos de que nuestra visibilidad sea la mejor posible durante el manejo con lluvia. Si es necesario, debemos reemplazarlos por nuevos a la brevedad.
2.- Llantas: de acuerdo con la ley, se debe tener al menos un milímetro de dibujo en la llanta para poder circular, pero un milímetro es insuficiente para desalojar el agua si conducimos durante un aguacero. Si la llanta no puede desalojar el agua debajo de ella se formará una película entre la llanta y el asfalto que ocasionará el acuaplaneo, es decir, el auto patinará sin control por no lograr adherencia contra el asfalto, lo que puede ocasionar un accidente grave.
3.- Presión de las llantas: es también importante verificar al menos una vez al mes que la presión de las llantas sea la correcta, ya que la lluvia ocasiona un mayor deterioro del asfalto en calles y carreteras, y pueden generarse baches que durante la lluvia es muy difícil identificar pues se llenan de agua. Golpear un bache es muy malo para la rueda y la suspensión, pero si además la llanta no tiene la presión adecuada, el golpe puede llegar fácilmente hasta el rin, lo que puede dañar tanto el rin como la llanta.
4.- Luces: todas las luces de posición, principal, freno, direccionales y de niebla deben funcionar correctamente, ya que esto hará que los demás conductores puedan ver nuestro vehículo durante el mal clima, saber cuándo frenamos para tomar ellos las acciones correspondientes y evitar tener accidentes.
Cuando llega la lluvia
Durante el manejo con lluvia hay que extremar precauciones, mientras más fuerte sean los aguaceros, mayores cuidados hay que tener.
“Primero que nada, desacelere. No se debe manejar a la misma velocidad con la que se maneja con buen clima pues la respuesta del frenado no será igual; hay mayores posibilidades de que nuestro auto o alguno de los vehículos cercanos se patinen, ocasionando un accidente. Por esta razón, el tránsito con mal clima se vuelve mucho más lento de lo normal, pero no hay que desesperarse, al contrario, tomen precauciones para llegar a tiempo considerando el mayor tiempo posible”, aconseja Quist.
Hay que prever las frenadas con más anticipación de lo normal, pues, aunque vayamos más despacio, la efectividad del frenado no es la misma ya que los frenos pueden estar mojados y las llantas no tienen el mismo agarre. Así que mejor frenen con más suavidad, con mayor tiempo y distancia.
Otro riesgo al cruzar charcos es que no es posible ver si debajo del charco hay un bache profundo que puede provocar daños a las llantas, los rines, o si de plano podría abrirse un socavón justo en el momento en que pasa el automóvil, razón por la cual se recomienda evitar pasar sobre charcos grandes que impidan ver el estado de la calle debajo.
Cuando la lluvia sea muy fuerte y cuando la acompañan fuertes vientos, la visibilidad se puede reducir sustancialmente, lo mejor en estos casos es detenerse en un lugar seguro hasta que mejoren las condiciones; nunca en una avenida transitada porque se puede provocar un accidente, y de preferencia en un lugar un poco elevado para que no se vaya a acumular agua en el lugar y se quede el coche estancado.
Cuidado con las acumulaciones de agua
Hay que tener mucho cuidado con los encharcamientos e inundaciones, cuando hay lluvias fuertes se pueden producir y esto puede ser peligroso para los vehículos. Atravesar un lugar en donde el agua rebasa los 30 centímetros de altura, incluso en camionetas, puede ser riesgoso, ya que, si el agua llega a la altura de la entrada de aire al motor y éste aspira el agua, de inmediato se dañarán las válvulas y las bielas, dejándolo inservible, y esto difícilmente lo pagará el seguro porque el conductor no debió transitar por un lugar inundado.
Por la misma razón, si estando detenidos en el tráfico y el agua comienza a subir, hay que apagar el motor; de esta forma, aún si el auto queda sumergido, una vez que el motor se seque, se limpia, se le pone aceite nuevo y vuelve a funcionar sin problema.
Si el agua acumulada va corriendo hay que tener más cuidado y, de ser posible, evitar el cruce, ya que es muy fácil que la corriente arrastre vehículos ligeros hasta camionetas de 3.5 toneladas. Este es uno de los mayores peligros, porque no se sabe hasta dónde la corriente puede arrastrar los vehículos, poniendo incluso en peligro la vida de los ocupantes.
Finalmente, es importante recordar que, al circular con lentitud, el motor podría calentarse y lo último que se necesita es una falla en ese momento, por eso es importante utilizar tratamientos para el aceite de motor y transmisión, como el Tratamiento para Motores de Sea Foam, con lo que se garantiza una buena lubricación que minimice el desgaste y fallas aún en tránsito muy lento.
La prevención de todo tipo es la mejor aliada al manejar durante la época de lluvias. Al revisar adecuadamente el vehículo y mantenerlo en buen estado podremos evitar contratiempos en días lluviosos y con tráfico intenso, pero serán las acciones de manejo preventivo y precavido las que pueden ser la diferencia para evitar un accidente o poner en peligro nuestra vida en medio de un aguacero.
Recuerden que al uilizar los tratamientos de Sea Foam, los vehículos funcionan mejor y duran más.